que realmente hicimos algo
totalmente tonto?
Nos perdemos las risas de los momentos
para no quedar como inmaduros,
nos perdemos lo simple
y vivimos de una plegaria.
¿En verdad planeamos que así sería nuestra vida?
Abandonamos todos los sueños
que teníamos de niños,
no dejemos de lado también eso
que nos permite hacer una fantástica historia
de un instante. Seamos infantiles.
Vivamos con imaginación.