31 de diciembre de 2010

Enfrentando la Inmensidad

Estoy enfrentando la inmensidad.
¿Acaso eso es posible?
Me gana la debilidad, la incertidumbre
y termino flaqueando, 
dejando de lado aquello que comenzaba con toda energía.
Me pierdo, vuelo y caigo en el suelo.
¿Qué era lo que estaba haciendo? Otra vez, pierdo.
Siento tu voz, vuelvo, me encuentro.
Quiero una nueva oportunidad para levantarme, 
si en la historia de la humanidad, 
Dios nunca las negó, ¿por qué empezaría por mí?

Qué es lo suficientemente inmenso para perderme. 
No necesito una respuesta a esa pregunta retorica, 
la tengo en mi cabeza desde antes de comenzar a redactar.
Mis miedos, mis tempestades, mis tormentas;
en definitiva: YO

Soy el único capitán de mi ser, soy el único jefe de mis acciones, 
la libertad es mi estandarte y mis fuerzas son las motivadoras 
para enfrentar al peor de mis enemigos: 
mi otro lado, ese lado que todos tenemos 
que nos hace desvanecer la sonrisa de la cara.
Aprendí la lección, se lo que me espera.
Te tengo cara a cara y digo que no sos la única excepción, 
ya que a partir de hoy,
Comenzaré a enfrentar a la “inmensidad”.